Hoy se ha publicado en el diario El País la nota Universidades Virtuales, que relata las conclusiones surgidas a partir de un encuentro llevado a cabo en Barcelona del que participaron 84 rectores del centenar de universidades a distancia de todo el mundo.
Primer conclusión: la universidad virtual pura no existe. Se destaca que aún se implementan sistemas en los cuales se requiere de ciertas instancias presenciales obligatorias. Así, toda la carrera en su totalidad no se lleva a cabo bajo un entorno virtual en las universidades que se encuadran dentro de la designación «a distancia» que poco a poco va mutando a «virtual», sino que se exige cumplimentar instancias presenciales.
Me resulta sorprendente que a esta altura de las circunstancias se señale que los modelos en vigencia hagan uso de la tecnología con la presencia de webs y el uso de chats entre estudiantes y profesores, y que en la mayoría de los estudios se siguen usando viejas tecnologías y tutorías cara a cara.
La nota rescata la esencia del aprendizaje continuo, tan necesario en la sociedad actual y en el mundo laboral. Todos los asistentes rescatan y enfatizan los grandes cambios que vienen en un futuro no muy lejano de la mano de las nuevas tecnologías y que convertirán a la educación en entornos virtuales en un nuevo paradigma.
Dentro de las estrategias que universidades tradicionales deberían poner en marcha para mutar o incorporar el modelo a distancia los expertos señalan la necesidad de «sobrepasar las fronteras del conservadurismo de muchos profesores y evitar las políticas de educación uniformes para adoptar otras mucho más flexibles, orientadas a estudiantes muy heterogéneos.»
No se deja de lado la necesidad de implementar además soluciones que posibiliten retener a los alumnos en la modalidad a distancia. Es imprescindible para el éxito que el estudiante virtual explote y/o cultive ciertas características básicas, tales como las que señala Federico Borges (2007):
- manejar adecuadamente la ambigüedad o la incertidumbre propia de los entornos virtuales de enseñanza;
- organizar adecuadamente su tiempo;
- construir su propio conocimiento a partir del material de estudio y de la relación con sus compañeros y profesores;
- mostrar gran motivación y una gran autodisciplina;
- utilizar los canales disponibles para solicitar ayuda cuando lo necesite;
- ayudar a sus compañeros;
- tener una actitud proactiva y ser autónomos en la medida de lo posible; y
- comunicarse con sus profesores.
La nota desemboca en una pregunta bastante interesante que me recuerda a un planteo similar surgido en el marco del curso de posgrado «Didáctica de la Educación a Distancia» del que participé hace unos meses atrás:
¿Puede enseñarse cirugía por Internet?
Algunos cuestionan la enseñanza totalmente a distancia en ciertos ámbitos académicos, otros señalan que la modalidad será marcada por los estudiantes, sin lugar a dudas una problemática que tiene mucho aún por discutir. Aquí en Argentina recuerdo hace un par de semanas atrás que el actual rector de la Universidad de Buenos Aires respondía a la pregunta de un asistente de Virtual Educa 2009 que en su centro de altos estudios no existen carreras totalmente dictadas a distancia y no consideran oportuno aún incluir una modalidad de esas características.
Habrá que estar atentos a cómo evolucionan estas concepciones mientras vemos el avance de las tecnologías.