En el último año de su vida (1716) Roger Cotes hizo un descubrimiento notable que le permitió (en principio) evaluar la familia de integrales,
donde . Para ver la conexión de esto con el álgebra, consideremos el caso
. Las observaciones claves son que el denominador
puede ser expresado como
, y que el integrando puede entonces separarse en fracciones parciales:
Como veremos, para valores más altos de no se puede factorizar completamente
en factores lineales sin el empleo de números complejos. Sin embargo, Cotes era consciente de que si podía separar a
en factores lineales y cuadráticos reales, entonces sería capaz de calcular la integral. Aquí, por «cuadrática real» entendemos a una cuadrática cuyos coeficientes son todos números reales.
Por ejemplo, puede ser expresado como
, conduciendo a la expresión en suma de fracciones parciales:
y por lo tanto a una integral que se puede evaluar en términos de y
. De modo más general, incluso si la factorización implica cuadráticas más complicadas que
, es fácil demostrar que sólo
y
son necesarios para evaluar las integrales resultantes.
Con el fin de situar el trabajo de Cotes para en un contexto más amplio, vamos a investigar la conexión general entre las raíces de un polinomio y su factorización. Esta conexión puede explicarse considerando las series geométricas
en las que y
son complejos. Al igual que en el álgebra real, esta serie puede sumarse notando que
y
contienen casi los mismos términos. Restando estas dos expresiones obtenemos
y así
Si pensamos a como fijo y a
como una variable, entonces
es un polinomio de grado
en
, y
es una raíz de él. El resultado anterior dice que este polinomio de grado
puede ser expresado como el producto del término lineal
y el polinomio
de grado
.
En 1637 Descartes publicó una generalización importante de este resultado. Sea un polinomio general de grado
:
donde los coeficientes pueden ser complejos. De la expresión obtenida arriba para
resulta que
y así obtenemos el Teorema de Factorización de Descartes que vincula la existencia de raíces con la factorización:
Si es una solución de
entonces
, donde
es de grado
.
Si pudiéramos a su vez encontrar una raíz de
, entonces el mismo razonamiento daría
. Continuando de esta manera, el Teorema de Descartes mantiene así la promesa de expresar a
en precisamente
factores lineales:
Si no reconocemos la existencia de raíces complejas (como ocurría en el siglo XVIII), entonces esta factorización será posible en algunos casos (por ejemplo, ), e imposible en otros (por ejemplo,
). Pero, en espléndido contraste con esto, si se admite números complejos entonces se puede demostrar que
siempre tiene
raíces en
, y la factorización antes citada siempre es posible. Esto se conoce como el Teorema Fundamental del Álgebra.
Cada factor en la expresión anterior representa a un número complejo que relaciona la raíz
con el punto variable
. La Figura 1 muestra esto para un polinomio cúbico general. Escribiendo cada uno de estos números complejos en la forma
, la expresión anterior para
se convierte en
Figura 1
Aunque el Teorema Fundamental del Álgebra no estaba disponible para Cotes, vamos a ver cómo garantiza que él iba a tener éxito en su búsqueda de descomponer en factores lineales y cuadráticos reales. El polinomio de Cotes tiene coeficientes reales, y, muy en general, podemos demostrar que
Si un polinomio tiene coeficientes reales entonces sus raíces complejas aparecen en pares complejos conjugados, y éste se puede factorizar en factores lineales y cuadráticos reales.
Pues si los coeficientes de
son reales, entonces
implica que
, y la expresión de
como producto de factores lineales contiene a
que es una cuadrática real.
Ahora vamos a discutir cómo Cotes fue capaz de factorizar en factores lineales y cuadráticos reales apelando a la geometría del
-ágono regular. [Un «
-ágono» es un polígono de
lados.] Para apreciar lo que sigue debemos ponernos en los zapatos del siglo XVIII y olvidarnos todo lo que hemos visto sobre el Teorema Fundamental del Álgebra, incluso debemos olvidarnos de los números complejos y del plano complejo!
Para los primeros valores de , las factorizaciones deseadas de
no son demasiado difíciles de encontrar:
pero el patrón general parece difícil de alcanzar.
Para encontrar un patrón, vamos a tratar de visualizar el caso más simple, para . Véase la Figura 2. Sean
un punto fijo, y
un punto variable en una recta en el plano (que no estamos pensando como
), y sea
la distancia
. Si ahora trazamos un círculo de radio uno centrado en
, y denotamos con
y
a sus puntos de intersección con la recta, entonces es claro que (Aquí, y en lo que sigue, supondremos por conveniencia que
, de modo que
es positivo)
.
Figura 2
Para entender en este espíritu a los factores cuadráticos, vamos a saltarnos para pasar a la cuadrática más simple en
. Esta factorización de
es la mejor que podríamos hacer sin números complejos, pero idealmente deberíamos haber descompuesto
en cuatro factores lineales. Esto sugiere que reescribamos la expresión para
como
donde los últimos dos «factores» son análogos a los factores lineales originales. Si hemos de interpretar esta expresión (por analogía con el caso anterior) como el producto de las distancias de a cuatro puntos fijos, entonces los puntos correspondientes a los últimos dos «factores» deben estar fuera de la recta. Más precisamente, el Teorema de Pitágoras nos dice que un punto cuya distancia a
es
debe estar a distancia uno de
en una dirección perpendicular a la recta
. Refiriéndose a la Figura 3, ahora podemos ver que
, donde
es el cuadrado inscripto en el círculo.
Figura 3
Puesto que hemos factorizado con el
-ágono regular (el cuadrado), tal vez podamos factorizar
con el
-ágono regular (el triángulo equilátero). Véase la Figura 4. Aplicando el Teorema de Pitágoras a esta figura,
es decir,
que es de hecho la factorización deseada de !
Figura 4
Una generalización plausible para es la siguiente:
Si es un
-ágono regular inscripto en un círculo de radio uno centrado en
y
es el punto en
a una distancia
de
, entonces
.
Este es el resultado de Cotes. Desafortunadamente, lo afirmó sin demostración, y no dejó ninguna pista en cuanto a cómo lo descubrió. Por lo tanto, sólo podemos especular que pudo haber sido guiado por un argumento como el que suministramos aquí.
Puesto que los vértices del -ágono regular siempre vendrán en pares simétricos que son equidistantes de
, los ejemplos en las Figuras 3 y 4 ponen de manifiesto que el resultado de Cotes es de hecho equivalente a factorizar
en factores lineales y cuadráticos reales.
Recobrando nuestra amnesia fingida respecto de los números complejos y su interpretación geométrica, el resultado de Cotes se vuelve fácil de entender y de demostrar. Tomando a como el origen del plano complejo, y a
como
, los vértices del
-ágono de Cotes están dados por
. Véase la Figura 5, que muestra el caso
. Puesto que
, pronto todo está muy claro: los vértices del
-ágono regular son las
raíces complejas de
. Debido a que las soluciones de
se pueden escribir formalmente como
, los vértices de los
-ágonos se conocen como las raíces
-ésimas de la unidad.
Figura 5
Por el Teorema de Factorización de Descartes, la factorización completa de es por lo tanto
con cada par de raíces conjugadas que producen un factor cuadrático real
Cada uno de los factores puede ser visto (Ver la Figura 1) como un número complejo que conecta un vértice del
-ágono con
. Por lo tanto, si
es un punto arbitrario en el plano (no simplemente un punto en el eje real), entonces se obtiene la siguiente forma generalizada del resultado de Cotes:
donde . Si
pasa a ser un número real (de nuevo lo suponemos mayor que
) entonces
, y recuperamos el resultado de Cotes.
Fuente bibliográfica:
- Tristan Needham (1997) Visual Complex Analysis. Oxford University Press