Los problemas geométricos en los papiros buscan medir figuras, como rectángulos y triángulos de una base y altura determinada, por medio de operaciones aritméticas adecuadas. En un problema más complicado, se busca un rectángulo cuya área es y cuya altura es
veces su base (Problema 6 del Papiro de Moscú). Para resolver el problema, la razón se invierte y se multiplica por el área, dando
. La raíz cuadrada del resultado (
) es la base del rectángulo, y
veces
, es decir
, es la altura. Todo el proceso es análogo al proceso de resolución de la ecuación algebraica para este problema (que en notación moderna es
), aunque sin el uso de una letra para la incógnita. Un interesante procedimiento se utiliza para encontrar el área del círculo (Problema 50 del papiro Rhind): se descarta
del diámetro, y el resultado se eleva al cuadrado. Por ejemplo, si el diámetro es
, el área resulta igual a
. El escriba reconoció que el área de un círculo es proporcional al cuadrado de su diámetro y asumió para la constante de proporcionalidad (es decir, para
) el valor
. Esta es una buena estimación para la época. (Aunque la estimación ahora común de
fue propuesta por primera vez por Arquímedes.) Pero no hay nada en los papiros que indique que los escribas eran conscientes de que esta regla era sólo una aproximación y que no era exacta.
Un resultado notable es la regla para calcular el volumen de la pirámide truncada (Problema 14 del Papiro Golenischev). El escriba asume la altura como igual a , que la base es un cuadrado de lado
y que la parte superior es un cuadrado de lado
. Multiplica un tercio de la altura por
, encontrando el volumen igual a
; el
viene a partir de
. Puesto que esto es correcto, se puede suponer que el escriba también sabía la regla general:
). Cómo los escribas en realidad derivaron la regla es un tema de debate, pero es razonable suponer que eran conscientes de las reglas relacionadas, como que el volumen de una pirámide está dado por un tercio de la altura por el área de la base.
Los egipcios emplearon el equivalente de los triángulos semejantes para medir distancias. Por ejemplo, el seked de una pirámide se expresaba como el número de palmas en la horizontal correspondiente a una altura de un codo (siete palmas). Por lo tanto, si el seked es de y la base es de
codos, la altura se convierte en
codos (Problema 57 del Papiro Rhind).
Se dice que el sabio griego Tales de Mileto (siglo VI a.C.) midió la altura de las pirámides a través de sus sombras (el informe se deriva de Hieronymus, discípulo de Aristóteles en el siglo IV a.C.). A la luz de los cálculos del seked, sin embargo, este relato indica que los egipcios se adelantaron por lo menos 1.000 años a la época de Tales.